Una nueva semana, una nueva tarta para que podamos seguir practicando las masas secas, aunque utilizaremos un pequeño truco. Esta
vez os propongo una receta elegante, con un toque decadente, destinada a los
más golosos. Una "Tarta cremosa de chocolate blanco y café". ¡Deliciosa!.
Y el truco está en la base de la tarta, que técnicamente no es una masa seca, porque vamos a utilizar una sencilla masa de galletas aromatizada
con cacao y café. Podéis utilizar galletas tipo María o Digestive, es
decir, galletas que absorban líquido (mantequilla, etc.). He hecho pruebas
con cookies, las típicas galletas americanas con pepitas de chocolate y,
resulta imposible formar la masa.
La crema es una mousse elaborada a partir de una crema inglesa de chocolate
blanco, infusionada con café y rematada con nata montada. La crema inglesa, es
una crema bastante líquida, que no hay que dejar hervir, porque si no se corta.
Mucho más sencilla de preparar de lo que a priori parece. Y la
decoración... unas virutas de chocolate blanco.... ¡¡Ñam, Ñam!!
Bueno, pues... ¡a cocinar!
Tarta cremosa de
chocolate blanco y café
Ingredientes
- Para la base
- Galletas tipo María - 300 g
- Azúcar moreno - 75 g
- Mantequilla derretida - 75 g
- Leche templada - 75 g
- Cacao en polvo - 1,5 cdtas
- Café soluble - 1 cda
- Para la mousse
- Leche - 125 g
- Nata - 125 g
- Azúcar - 65 g
- Café soluble - 2 cda
- Huevo L - 1 ud
- Cobertura de chocolate blanco - 100 g
- Gelatina - 2 hojas (4 g)
- Nata montada - 250 g
- Para la decoración
- Chocolate blanco (tableta) - 150 g (Chocolate para comer, no cobertura de chocolate para cocinar)
Elaboración
Como siempre, comenzamos preparando todos los ingredientes para
que se atemperen al ambiente, excepto la nata que vamos a montar para preparar
la mousse, que tiene que estar muy fría.
Después, elaboramos la base de galletas al cacao y café. Para ello, lo primero que
hay que hacer es triturar las galletas. Puedes hacerlo en una trituradora de
vaso, con un mortero o metiendo las galletas en una bolsa y golpeándolas con un
rodillo. Si quieres que la masa quede muy fina, pasa las galletas
trituradas por un tamiz, aunque encontrarse algunos cachitos de galleta,
también tiene su gracia.
Calentamos un poco la leche para disolver el cacao y el café. Colocamos
las galletas trituradas en un bol, añadimos el azúcar moreno y mezclamos bien. Agregamos
la mantequilla derretida y la leche con el cacao y el café. Removemos hasta que
se haga una masa homogénea.
Precalentamos el horno a 180 ºC, con el calor arriba y abajo y la
rejilla en la mitad del horno.
Colocamos la masa en un molde desmontable de unos 26 cm de
diámetro, previamente engrasado. Simplemente hay que ir poniendo porciones de
masa y extenderlos con la mano o ayudándote de una cuchara sopera. Horneamos
la masa 10 minutos. Ten cuidado con el tiempo de horneado, si te pasas quedará
muy dura. La sacamos del horno y la dejamos enfriar completamente antes de
desmoldarla.
Mientras enfría la masa, preparamos la mousse de chocolate blanco y café. Por
un lado, ponemos las hojas de gelatina a hidratar en agua fría, troceamos la
cobertura de chocolate blanco en un bol y batimos el huevo en otro bol. En
un cazo, ponemos a calentar la leche con la nata, el azúcar y el café soluble.
Recuerda varillar bien la mezcla para que se disuelva el azúcar.
Cuando esté caliente, pero no hirviendo, retiramos del fuego. Atemperamos
el huevo, añadiendo un cacito de la mezcla de leche caliente. Incorporamos bien
y devolvemos al cazo. Volvemos a poner al fuego suave, removiendo
continuamente con una pala o cuchara de madera, hasta que alcance los 85 ºC.
Recuerda que los huevos, mezclados con otros ingredientes, coagulan a esa
temperatura. Podemos utilizar un termómetro o comprobar si la crema ha
espesado usando la pala de madera. Pasamos un dedo por la pala de madera con la
que estamos preparando la crema. Cuando no se deslice y la marca se mantenga,
habremos alcanzado los 85 ºC. Es importantísimo que no hierva, para
que no se corte.
Colamos la crema con un chino sobre la cobertura de chocolate
blanco y la gelatina, bien escurrida. Mezclamos bien y dejamos enfriar a
temperatura ambiente.
Mientras enfría, montamos la nata. Cuando la crema de café y chocolate haya
enfriado, incorporamos la nata con delicados movimientos envolventes, para que
no se baje. Colocamos el relleno en la base de galletas y metemos en la
nevera a enfriar.
Entretanto, preparamos las virutas de chocolate blanco. Simplemente hay que pasar un
pelador por el canto de la tableta para que se vayan formando las virutas. Si
tienes las manos calientes, mójalas con agua fría de vez en cuando y mantén la
envoltura de la tableta. También es bueno que refrigeres el chocolate un poco y
que lo enfríes de vez en cuando. Cuando
la mousse haya enfriado, la cubrimos con las virutas y... ¡A comer!.
Esta semana no quiero irme sin enseñaros uno de mis regalitos de
cumple, bueno, más que regalito... ¡regalazo!: Un delantal personalizado
pintado a mano... ¡Gracias Isa!. ¡Mirad que preciosidad!. Es una obra exclusiva realizada por Eva, de Zapatearte. Estoy en un sinvivir, porque me muero por estrenarlo, pero a la vez me da miedo que se me estropee. Ains, ¡qué bonito que es!. Y ya no os cuento nada más, sólo desearos... ¡Buena semana y felices tartas!
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