Bueno, pues está claro que no sólo de tartas vive el hombre...
también hay que comer... "Galletaaaassss". ¡¡¡Bieeeeeeennnnn!!!. He de confesarme absolutamente "galletoadicta" e
incapaz de comerme sólo una galleta de lo que sea, madre mía, ¡que ricas!. Me gustan tanto que estuve barruntando la idea de escribir un blog
dedicado exclusivamente a las pastas y galletas. Así que, no os podéis imaginar
las ganas que tenía de empezar a compartir estas recetas con vosotros.
Las pastas
de té y muchas galletas,
se preparan siguiendo las técnicas para la elaboración de masas secas que,
hasta ahora, habíamos empleado para preparar bases crujientes para tartas y
tartaletas. Para comenzar a practicar esta
nueva aplicación de la técnica, os propongo preparar estas riquísimas y
aromáticas "Pastas de naranja y cardamomo". Son una delicia, muy veraniega, cuyo perfume transporta a lugares
exóticos y playas paradisíacas.
El cardamomo es
una especia de origen tropical, de las más antiguas de la historia. Antes era
una especia cara y difícil de encontrar, pero actualmente su uso se ha
generalizado bastante. Incluso ya hay empresas especializadas en condimentos,
que lo comercializan en frasquitos.
Las plantas de cardamomo parecen pequeñas palmeras tropicales, de
tallos verdes, que pueden alcanzar los 4 metros de altura, con unas flores
preciosas. De ellas se utilizan las semillas, que tienen propiedades
medicinales y son muy, muy, muy aromáticas. Una curiosidad: los antiguos
griegos y romanos adinerados usaban el cardamomo como perfume. ¡Imaginad como
olerían!.
Al adquirirlo, lo que compramos son los frutos del cardamomo, que
tendremos que abrir para extraer las pequeñas semillas del interior. Una buena
forma es darles unos golpecitos con un mortero, para que se rajen y resulten
más fáciles de pelar.
Vamos con la receta....
Pastas de naranja
y cardamomo
Pastas de naranja
y cardamomo
(Para unas 30-35 unidades)
Ingredientes
- Para las pastas
- Mantequilla - 200 g
- Azúcar - 100 g
- Cardamomo - 1 cucharadita de semillas (ya peladas) (unos 3 g)
- Sal - Una pizca
- Ralladura de naranja - 2 uds (la ralladura de 2 naranjas)
- Huevo L - 1 ud
- Salsa de naranja - 60 g
- Harina - 275 g
- Para la salsa de naranja
- Zumo de naranja colado - 2 uds (el zumo de 2 naranjas)
- Azúcar - 2 cucharadas
- Cointreau - 1 vasito (unos 30 ml)
Elaboración
Comenzamos pesando y midiendo todos los ingredientes para que se
atemperen al ambiente.
Pelamos las semillas de cardamomo hasta que obtengamos una
cucharadita. Las ponemos en un molinillo de café y las molemos con la mitad del
azúcar. Para que el azúcar se impregne bien del aroma del cardamomo, lo
mantendremos en el molinillo, tapado, hasta que lo necesitemos.
Por otra lado, sacamos la ralladura a las 2 naranjas y la
reservamos.
Para hacer la salsa de naranja, exprimimos las naranjas de las que hemos sacado
la ralladura y colamos el zumo en una cacerola pequeña. Añadimos las 2
cucharadas de azúcar y el Cointreau. Varillamos bien para que se disuelva el azúcar y lo ponemos a
reducir a fuego fuerte unos 10-12 minutos. Cuando haya espesado y reducido a
menos de la mitad, la retiramos del fuego y la dejamos enfriar a temperatura
ambiente.
Con el cardamomo y la naranja preparados, empezamos a preparar la
masa de las pastas mediante el método de la emulsión. Se pueden elaborar a mano o a máquina con la pala. Para
ello, primero trabajamos la mantequilla hasta que parezca pomada. Le añadimos
el azúcar con el cardamomo y el que nos quedó sin moler. Integramos todo bien. No
te asustes si al abrir el molinillo te viene un golpe de olor a cardamomo muy
fuerte. Sus aceites son muy volátiles y desaparecerá la mayor parte del aroma. Añadimos
la ralladura de naranja y la pizca de sal y batimos hasta que esté todo bien
unido.
Incorporamos el huevo y cuando se haya
integrado, agregamos los 60 g de salsa de naranja, a temperatura ambiente. Ten
cuidado y no la eches caliente, que se derretirá la mantequilla. Te
sobrará un poco de salsa de naranja... ¡no la deseches!, úsala, por ejemplo,
para endulzar un yogur natural, ya verás que rico. Integramos bien la salsa y añadimos la
harina tamizada. Batimos hasta que la masa sea homogénea, teniendo cuidado de no
amasarla en exceso.
En este momento ya se pueden hornear las pastas, pero si quieres
que sean mucho más aromáticas, tapa con film el bol donde tengas la masa y
déjala reposar, en un sitio fresco, un par de horas. Cuando vayas a hornear, precalienta
el horno a 180 ºC, con el calor arriba y abajo. Mete la masa en una manga
pastelera con boquilla rizada. Da forma a las pastas en una bandeja de horno,
sobre papel de hornear, dejando una separación de un par de centímetros entre
ellas, ya que se abren un poquito.
Si lo prefieres puedes usar cortapastas. Para ello, enfría la masa
en la nevera hasta que endurezca y estírala con un rodillo sobre una superficie
enharinada. Después utiliza los cortapastas y distribuye las pastas de forma
uniforme sobre el papel de hornear.
Coloca la bandeja con las pastas en la
parte superior del horno y cuécelas durante 12-15 minutos o hasta que estén
doradas. Al sacarlas del horno, colócalas sobre una rejilla, ayudándote de
una espátula y déjalas enfriar completamente.
¡Buena semana a todos y felices pastas!.
¿Y si no tengo molinillo de café, puedo usar la batidora normal para el cardamomo con el azúcar?
ResponderEliminar¡Me encanta el cardamomo, voy a probar a hacerlas!
Por supuesto Marta, también puedes utilizar la batidora normal o una picadora pequeñita. En estos casos, quizás tengas que utilizar más azúcar para que se pique mejor, sin pasarte de los 100 g de la receta.
EliminarIncluso puedes machacar las semillas con un mortero, siempre mezcladas con una parte del azúcar.
En todos los casos, utilizamos el azúcar para que adquiera el aroma del cardamomo y ayude a las máquinas a triturar las semillas.
Me alegro mucho de que quieras probar a hacer la receta. Ya verás lo sencilla que es y lo ricas que están las pastas.
Ya nos contarás que tal ha ido. Y coméntame cualquier duda que puedas tener, que intentaré resolverla rápidamente.