Hace un par de semanas os comenté que andaba liada realizando una
tarta que imitaba un Tomavistas Super 8, en concreto el "Porst reflex
6000", aquí tenéis una
foto para aclarar de que estoy hablando:
Siempre le he tenido mucho respeto a este tipo de tartas. Pero
cuando alguien te dice... "¿Te atreves?", sólo puede haber una
respuesta: ¡Sí!. Y así es cómo he acabado preparando esta tarta realista y
peleándome con el fondant en pleno verano.
Pero sólo puedo agradecer esta oportunidad, porque he podido
aplicar un montón de técnicas nuevas para mí y he pasado un montón de horas
recordando a mi padre y sus patillas, embutido en unos pantalones de campana,
tomavistas en mano, grabando nuestros paseos por el Pardo viendo a los gamos.
Aquí podéis ver la tarta tallada antes de forrarla con fondant |
La tarta me la encargó mi cuñada Isabel. Era para unos amigos
suyos muy aficionados a las cámaras de vídeo, pero quería darle un toque
retro. Supongo que para ellos tendrá un significado especial, pero
la verdad es que no les pregunté por el asunto. Le pedí que me
mandara algunas fotos para saber exactamente lo que querían y mi cuñado me
envío la foto que he puesto al inicio y alguna más en otros ángulos.
Nunca había hecho una tarta tallando el
bizcocho, pero conocía la técnica y estaba encantada de poder aplicarla.
Además, empezar con algo tan geométrico y líneas tan rectas era genial, porque
me iba a permitir practicar sobre una forma bastante sencilla.
Me preparé una plantilla de la cámara partiendo de varias
impresiones de las fotos. Después hice el bizcocho en planchas, para que fuese
más fácil cortar las formas iniciales. Precorté el bizcocho acercándome a la forma que buscaba y monté la
tarta con sus capas de relleno. Después la cubrí entera y la enfrié para poder
tallarla. Resulta que si tienes buena visión espacial y unas óptimas
plantillas para mejorar los detalles, no hay tarta que se te resista. Al final
me resultó mucho más fácil de lo que esperaba. ¡Menos mal!.
Pero, dejadme que os dé un consejo. Cuando hagáis una
tarta cubierta de fondant, sea como sea tenéis que cubrir el
bizcocho con crema de mantequilla, aunque el relleno sea completamente
distinto. La mantequilla da estructura y aísla al fondant de la humedad del
bizcocho. En caso contrario, comenzará a hidratarse y a derretirse y vuestra
tarta se convertirá en un infierno. Hablo desde la experiencia. ¡Hacedme caso!.
¿Qué de que era la tarta?. Pues de una mezcla de sabores
increíbles. El bizcocho era terciopelo. Yo le llamo así al bizcocho de
"Red Velvet" sin teñir de rojo, ya que no me gusta mucho lo de usar
colorante en la comida. Tiene un tono color cacao suave super apetecible y la
receta que utilizo lo deja super esponjoso y con un montón de matices en boca.
No os digo más que lleva hasta vinagre de Módena. Realmente exquisito.
Para el relleno hice una ganache de chocolate blanco. Este tipo de
ganache queda mucho más ligera que las de chocolate negro y cuando se enfría no
endurece tanto. Está riquísima, pero hay que tener cuidado con qué la mezclas
porque tiene un punto de dulzor muy marcado.
Por eso me decidí a acompañarla directamente con frambuesas
frescas que aportasen un toque ácido y chocara con la dulzura extrema del
chocolate blanco. El contraste entre el suave cacao del bizcocho, el dulce
de la ganache y la acidez de las frambuesas es realmente increíble. ¡Tenéis que
probarlo!.
Isabel ya había probado esta combinación de sabores alguna tarta
anterior que había preparado para la familia y le gustó tanto que, cuando le
pregunté por los sabores con los que quería que hiciese la tarta, no tenían
ninguna duda en que quería repetir.
Y este es el resultado final, del que estoy super orgullosa. Creo
que conseguí un parecido asombroso entre la tarta y la cámara y además recibí
muchísimas felicitaciones, tanto por el realismo como por la textura de la
tarta, que era maravillosamente jugosa y sabrosa.
¡Feliz semana!
Que artista! Tiene tanto realismo, que creo que dudaría entre grabar un película o hincarle el diente. Debe estar buenísima!
ResponderEliminar¡Jajajaja! Muchas gracias Marta, estoy muy contenta con el resultado y el cliente me dijo que estaba riquísima. A lo mejor un día, ¡te hago una parecida!, ¡jeje!
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