Tal y cómo os comenté en mi última entrada, esta semana...
¡empezamos a cocinar!. Nuestra primera práctica va a ser una
"Tarta de pera y manzana con avellanas y chocolate". Una forma
sencilla y deliciosa de trabajar con las bases de tartas que estuvimos
revisando en la entrada anterior.
Parece la típica tarta de manzana, ¿verdad?. Pero el sabor es
completamente distinto. Es una tarta que sorprende al morderla. En boca
aparecen los sabores de la pera y la avellana y además, aún guarda una última y
exquisita sorpresa... ¡chocolate!.
Para empezar, elaboraremos la pasta brisa, según el métodode la emulsión y, la
enriqueceremos con avellanas picadas. Se puede utilizar cualquier otro fruto seco, ya
sea vuestro preferido o el que tengáis en casa: nueces, almendras, anacardos,
etc. O incluso, no añadir ninguno. Podemos preparar la masa en el momento de
usarla, tenerla preparada de unos días antes o, incluso, con mucha antelación y
haberla congelado.
Mientras que reposa la masa en el frigo,
prepararemos una crema pastelera. Ya hablaremos en profundidad de este tipo
de cremas, aunque mientras tanto iremos utilizándola en distintas recetas. Es
una crema riquísima y fácil de preparar. Sólo hay que seguir unos simples
pasos.
Continuaremos preparando y colocando la
fruta. En este caso he utilizado pera y manzana. Se puede utilizar cualquier tipo de pera y
manzana, aunque yo prefiero evitar las que son de textura arenosa, como la pera
"Conferencia". Incluso podéis combinar o usar cualquiera de vuestras
frutas favoritas: cerezas, ciruelas rojas, uvas, mango, frutos rojos,... Sólo
hay que tener cuidado de no elegir una fruta con excesiva agua, como la sandía
y el melón. Mmmmmmm, se me hace la boca agua de sólo pensar en toda esa fruta
de verano.
Después de hornear la tarta, la terminaremos aplicando un brillo
casero. Este tipo de tartas se suelen rematar con una mermelada, de
albaricoque, melocotón, etc., de forma que queden brillantes y apetitosas. Es
una opción completamente válida, pero que aporta un nuevo sabor a la tarta. Yo
os propongo ir un paso más allá y preparar nuestro propio brillo en casa,
utilizando los restos de manzana que nos queden.
¡Vamos allá!
Tarta de pera y manzana con avellanas y chocolate
Ingredientes
- Para la pasta brisa de avellana:
- Mantequilla - 125 g
- Azúcar - 15 g
- Huevo L - 1/2 huevo
- Agua - 25 g
- Leche - 25 g
- Harina - 250 g
- Sal - 5 g
- Avellanas crudas picadas - 50 g
- Para la crema pastelera:
- Yemas - 4 uds
- Almidón - 40 g (harina de maíz o maicena)
- Leche - 375 g
- Nata - 125 g
- Azúcar - 125 g
- Vaina de vainilla - 1/2 vaina (se puede sustituir por 1/2 cdta de extracto de vainilla)
- Mantequilla - 30 g
- Para la tarta:
- Cobertura o pepitas de chocolate negro - 100 g
- Manzanas - 2-3 unidades
- Peras - 2-3 unidades
- Zumo de medio limón
- Ron - 1 chorrito
- Azúcar - C.S. (para espolvorear)
- Canela en polvo - C.S. (para espolvorear)
- Mantequilla - Unos pellizcos
- Para el brillo:
- Agua - 100 ml
- Azúcar - 50 g
- Manzana - Los restos de la tarta
- Gelatina - 1 hoja de gelatina o 2 g de gelatina en polvo
Elaboración
Primero preparamos la pasta brisa de avellanas. Las instrucciones que os doy es
para elaborarla tanto a mano como a máquina (con el accesorio de pala). Si lo
hacéis con máquina, sólo tenéis que añadir los ingredientes en el orden que se
indica. Recuerda que todos los ingredientes tienen
que estar a temperatura
ambiente.
Comenzamos preparando las avellanas. Si
vienen con piel, hay que pelarlas. Para ello sólo hay que tostarlas, un poco,
en una sartén o en el horno, hasta que la piel se seca y empieza a separarse.
Entonces las metemos en un trapo o en papel de cocina y las frotamos entre
ellas. Saldrán completamente limpias y preparadas para picarlas. Al trocearlas,
ten cuidado de no convertirlas en polvo, es más divertido encontrarse los
trocitos de avellana al comer la tarta.
Continuamos colocando la mantequilla en un
bol y trabajándola con la mano hasta que parezca pomada. Añadimos el azúcar y mezclamos bien. Incorporamos el medio huevo y homogeneizamos. En este paso la
mezcla puede tomar aspecto de cortada. No te preocupes, puede ser porque la
mantequilla y el huevo no estén a la misma temperatura. Cuando añadas la harina
se integrará todo perfectamente.
Seguimos añadiendo la leche y el agua. Si haces la masa a mano,
seguramente te cueste un poco incorporar los líquidos. Ten paciencia, a base de
amasar se acaban integrando. Tamizamos la harina y añadimos la sal y las avellanas. Ahora
hay que amasar sólo hasta que se integren todos los ingredientes. No amases en
exceso o la pasta se volverá elástica y perderá su textura friable y crujiente. Para terminar, envolvemos la masa en papel film y la metemos en la
nevera a reposar unos 30 minutos, para que se endurezca y podamos
extenderla fácilmente con el rodillo.
Mientras que reposa la masa, preparamos la crema pastelera. Primero
hay que desclarar los huevos. Es decir, separar las yemas y las claras. En esta
receta sólo utilizamos las yemas, así que las claras sobrantes las podemos
congelar para utilizarlas en otro momento. A mi me gusta ponerlas en una
cubitera, una clara por huequito. Después las saco de la cubitera y las guardo
en una bolsa de congelados. Cuando necesito utilizarlas, descongelo en la
nevera las unidades que necesito.
Una vez separadas las yemas, las mezclamos con el almidón.
Si hace falta, podemos añadir un chorrito de la leche fría para desleír mejor
la harina de maíz. Hay que varillarlo bien para que no queden
grumos.
Por otro lado, en una olla, ponemos a calentar la leche, bien
mezclada con la nata, el azúcar y la media vaina de vainilla abierta por la
mitad (si le sacamos las semillas, aportarán más aroma). Sólo hay que
calentarlo bien, no hace falta llevarlo a ebullición. Una vez caliente, sacamos la vaina de vainilla.
¡Pero no la tires!. Si la lavas bien, las vainas se pueden reutilizar hasta 3
veces.
Antes de añadir las yemas a la leche, hay que equilibrar las
temperaturas de ambas mezclas. Para ello verteremos un poco de la mezcla de
leche caliente en la mezcla de yemas. Mezclamos bien y devolvemos todo al cazo
de la leche. Volvemos a mezclar con las varillas y llevamos el cazo al
fuego. Esta vez a fuego suave. Hay que varillar continuamente, para que no se
pegue la crema al fondo del cazo.
Cuando comienza a hervir, se activa el almidón y se espesa la
crema. Entonces la retiramos del fuego y la seguimos varillando hasta que
desaparezcan las burbujas. Para que enfríe, la pasamos a otro recipiente. Si
nos han quedado grumos o se ha pegado un poquito, este es el momento de pasarla
por un colador chino.
Cuando haya templado, añadimos la mantequilla, mezclando todo
bien. Después cubrimos la crema filmándola a piel, es decir, pegando bien
el papel film a la crema para que no se formen gotas de vaho o forme corteza y,
la reservamos a temperatura ambiente.
A continuación, nos encargamos de la fruta y el chocolate. Para
ello, preparamos un bol con agua fría y le añadimos el zumo de medio limón.
Descorazonamos y pelamos las manzanas y las peras y las sumergimos en el agua
con limón para que no se pongan negras.
Después troceamos la cobertura de chocolate negro en trocitos
generosos.
Ahora que ya tenemos todos los ingredientes preparados, ponemos a
precalentar el horno a 200 ºC, con el calor arriba y abajo. Mientras
que se calienta el horno, montamos la tarta.
Comenzamos encamisando el molde. Es decir, lo untamos con grasa y
lo espolvoreamos con harina. Yo utilizo aceite de girasol y lo extiendo con un
papel absorbente, para quitar el exceso de grasa, pero se puede usar
mantequilla, margarina o incluso un aceite de oliva suave. Para evitar,
completamente, que la tarta se pegue al molde, podemos poner papel de horno en
la base del mismo.
Estiramos la masa y la colocamos en el molde, retirando el
sobrante con un cuchillo o presionando el borde con el mismo rodillo.
Esparcimos el chocolate por encima de la masa y lo cubrimos con la
crema pastelera. Si la crema se ha quedado muy dura, sólo tenemos que
varillarla para que sea más fácil extenderla en la tarta.
Secamos la fruta con papel absorbente, igualamos el tamaño de
peras y manzanas y las cortamos en rodajas. Éstas las colocamos encima de la
crema pastelera, alternando pera y manzana. Pon las rodajas bien juntas porque,
al hornearlas, reducen su tamaño. Reserva los restos de manzana.
Una vez cubierta toda la tarta, utilizamos
una brocha para pintar la fruta con ron, la espolvoreamos con azúcar y canela
y, esparcimos unos pequeños pellizcos de mantequilla por encima.
Horneamos la tarta unos 45 minutos, colocándola un poco por debajo
de la mitad del horno, hasta que la masa se dore y la fruta esté blandita.
Mientras tanto preparamos el brillo. Ponemos la hoja de gelatina a remojo,
en agua fría. Mezclamos bien el agua con el azúcar, incorporamos la
manzana y lo ponemos al fuego fuerte para preparar un almíbar. Una vez que
hierva, mantenemos el almíbar en el fuego unos 4 minutos. Después lo
dejamos templar y retiramos la manzana. Cuando el almíbar haya enfriado un
poco, añadimos la gelatina, bien escurrida y, lo mezclamos todo bien.
¡No tires la manzana que has quitado del almíbar!. Es una manzana
confitada, riquísima para desayunar, merendar, mezclar con un yogur, o lo que
se te ocurra.
Pasado el tiempo de horneado, sacamos la tarta y la dejamos
templar. Entonces la pintamos con el brillo. Si el brillo se ha
gelatinizado, sólo tenemos que calentarlo un poco para que se vuelva líquido
otra vez. Pero con cuidado, si hierve con la gelatina incorporada, ésta se
desintegrará y dejará de actuar.
¡Y ya está! Ya sólo queda comérsela. Puedes hacerlo cuando aún
esté templadita y acompañarla de una buena bola de helado de vainilla o,
esperar a que repose un poco y esté más fría. Sea como sea, ¡está
buenísima!.
¡Buena semana y felices tartas!
Ummmmm como siempre una pinta exquisita jijii cuando va la catadora oficial???(usease yo) jajjaj felicidades corazon y ya la hare y te dire besos y sigue subiendo recetas asi de faciles
ResponderEliminarUmmmmm que pinta tiene. Como siempre se ve exquisita. Felicidades por estas recetas que tu haces que sean sencillas de hacer. Ya te dire como me ha salido. Besos guapa
ResponderEliminar¡Mil gracias Eva! Espero de verdad que intentes hacer la tarta, ya verás como es muy sencilla y riquísima. Mándame alguna foto del resultado y la comparto en Facebook. Ya sabes donde estoy para lo que necesites. ¡Besotes!
EliminarLa hice el otro día y sale buenísima!!! Y es muy fácil, sólo hay que tener un poquito de paciencia, como con toda la repostería
ResponderEliminar¡No había visto tu comentario Marta!, :(
EliminarEs genial que hicieras la tarta y que te saliera super rica. Y tienes razón, es muy sencilla y sólo requiere estar un buen rato entretenida. Ya me contarás que más vas haciendo.
¡Un besote!