Bueno, pues allá vamos....
Para empezar vamos a iniciar una serie de entradas sobre las
propiedades de los ingredientes más utilizadas en repostería. Las voy a llamar
“Materias primas” y las iré repartiendo a lo largo de los posts para que no se
hagan muy pesadas. Además, iré preparando un listado con links de acceso a cada
entrada para que sea más fácil consultarlas. Puedes echarle un ojo aquí.
Nunca podemos olvidar que la repostería es una ciencia exacta,
mezcla de física, química y matemática. Por ello, es esencial conocer en
profundidad el comportamiento y las características de cada ingrediente. De
esta forma les sacaremos el máximo partido, evitaremos posibles errores y, si
éstos ocurren, tendremos las herramientas necesarias para corregirlos.
Vamos a empezar con una de las materias primas más importantes
dentro de la repostería… hoy hablaremos de los huevos.
Partes del huevo
Un huevo está formado por:
- La cáscara o el envoltorio
exterior – Está formada principalmente por carbonato cálcico. Su función
principal es proteger y aislar el contenido del huevo.
- Las membranas – En el interior
del huevo hay dos membranas: la exterior, sujeta a la cáscara y la
interior que cubre la clara y es otra capa de defensa contra infecciones.
Está formada por capas de fibras de proteínas.
- El disco germinal - Es la
pequeña mancha blanca, redonda y opaca, de 3-4 mm. de diámetro, que vemos
en la superficie de la yema del huevo. Si el huevo es fecundado dentro de
la gallina, dará origen al embrión. De esta forma, durante la incubación,
esta masa de células crecerá y formará el polluelo, usando el resto del
contenido del huevo como comida.
- La clara o
albúmina -
Formada por proteínas, agua y sustancias minerales. Es uno de los
espesantes naturales más eficaces, incluso más que la yema.
- La yema - Compuesta por proteínas, agua y materias grasas. Es la parte de mayor valor nutritivo.
Deben ser frescos y tener la cáscara fuerte y limpia. No utilices
nunca huevos que hayan pasado su fecha de consumo, que vengan con la cáscara
rota, que tengan la clara turbia o cuya yema no esté firme.
Propiedades de los
huevos
En general, los huevos aportan sabor
y valor nutritivo a las elaboraciones. Tienen la capacidad de acumular aire,
por medio del batido, así que son responsables de la estructura esponjosa de
muchas preparaciones (bizcochos, mousses, etc.). Mezclados con otros
ingredientes, coagulan a unos 85 ºC.
Al usarlos hay que
tener algunas precauciones. Los huevos pueden transmitir la bacteria Salmonella, por lo que
es conveniente someterlos a una especie de pasteurización, calentándolos a unos
65 ºC, en las elaboraciones en las que no tengan cocción. Para ello simplemente hay que calentarlos de alguna forma a más de
esa temperatura.
Un ejemplo sencillo de esta pasteurización ocurre en la
elaboración del merengue italiano, donde se añade almíbar hirviendo a claras de
huevo montadas, de forma que el resultado final está cocinado. Otro ejemplo es la crema inglesa, una
especie de crema pastelera ligera, base de muchísimas elaboraciones, que se
calienta justo hasta los 85 ºC. De esta forma los huevos quedan pasteurizados,
sin llegar a coagularse completamente.
La clara es la parte con mayor capacidad para acumular aire. Es un
buen estabilizante, que aporta, suaviza y mantiene la textura de muchas
preparaciones. Coagula a unos 65 ºC.
En las yemas, la lecitina
(proteína) favorece la mezcla agua-grasa, siendo un buen emulsionante. Es
decir, permite que se mezclen ingredientes que de otra forma no se integrarían
(un ejemplo de emulsión de aceite y agua es: la mayonesa). Además, la yema
aporta sabor, tiene buena captación de aire y suaviza la textura de muchas
elaboraciones (cremas, helados, etc.). Mezclada con un
líquido, coagula a una temperatura de 80-85 ºC. La yema cruda se
puede sustituir por lecitina de soja.
Medidas útiles
Siempre vamos a utilizar huevos talla L, considerando que su peso, con cáscara, es de unos 65 g. Este peso se reparte, aproximadamente en:
- Clara - 35 g.
- Yema - 18 g.
- Cáscara - 10 g.
Para hostelería se comercializan bricks de
huevo entero líquido, de clara líquida y de yema líquida, todas pasteurizadas.
Si tienes la posibilidad de trabajar con estos formatos, en ese caso, calcula
que:
- 1 l de huevos equivale a unas 20 unidades y pesa aproximadamente 1 kg.
- 1 l de claras equivale a unas 32 unidades y pesa entre 900 g y 1 kg.
- 1 l de yemas equivale a unas 60 unidades y pesa unos 1.250 g.
Y no me enrollo más. ¡Buena semana a todos!
Me gusta mucho lo que publicas carol sigue asi eres fenomenal un besito tu primera fan jjjjj besos
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias Eva!
EliminarEs genial poder contar con gente tan maravillosa como tu, que tanto me animas y me apoyas. Me encanta que seas mi primera fan y espero poder compartir un montón de postres y tartas contigo.