Por fin he terminado las prácticas del curso de docencia...
¡¡¡¡Bieeeeeeeeeeeen!!!!. No es que hayan sido horribles, pero con el pie pocho
se me hacían un poco cuesta arriba. Y también era un poco raro hacer las
prácticas en un curso de cocina, cuando mi área de trabajo siempre ha sido la
jardinería y la floristería. Aunque he de confesar que me lo he pasado muy bien
y que algo he podido aprovechar. El profe del curso se ha portado genial y me
ha puesto a prueba dando unas clases sobre gastronomía árabe, ¡ahí es nada!.
Así que ya más relajada, esta semana os propongo la
"última" receta de masas batidas pesadas: "Bundt cake o bizcocho de nata montada". Pongo
la "última" entre comillas, porque por supuesto que seguiremos
haciendo más recetas de este estilo más adelante, pero ya fuera del orden
temático que voy estableciendo. Además, no tenía muy claro si clasificar este
bizcocho como una masa batida pesada, porque su elaboración es más parecida a
la de las masas ligeras, ya que se emulsionan los huevos. Sin embargo, al final
me he decidido porque lleva más cantidad de grasa que un bizcocho ligero.
Este bizcocho no lleva ni mantequilla, ni aceite. La grasa la
aporta la nata montada, que aunque pueda sonar raro, se añade a la masa. Al
final es una forma encubierta de añadir mantequilla y suero de leche a la
mezcla, que son los componentes de la nata. El resultado es
un bizcocho super jugoso y sabrosísimo. No os podéis imaginar lo bien que
huele. A mi me recuerda a los bizcochos de la marca Mildred Pastelería. Por
cierto, que buscando en internet la página de la empresa para enlazarla, he
descubierto que está extinguida, aunque en algunas páginas de venta de
productos por internet, aún los ofrecen. ¡Qué raro!.
En cuanto al molde, yo he elegido un molde de bundt cake para
hacer el bizcocho, de los que ya estuvimos hablando cuando hicimos el "Bizcocho húmedo de cerveza negra y chocolate". Por
supuesto, podéis utilizar cualquier tipo de molde. Simplemente tenéis que tener
en cuenta que si elegís un molde que no tenga aro central, el tiempo de horno
se ampliará un poco al haber menos masa en contacto con las paredes del molde.
Podéis comprobar el tiempo pinchando el bizcocho a partir de los 30-35 minutos
de cocción, si aún no está, lo dejáis 5 minutos más, volvéis a pincharlo y así
hasta que esté.
En fin, que es una receta riquísima, que
no puede ser más sencilla y con un resultado espectacular. Simplemente hay que
montar la nata, montar los huevos y mezclar con cuidado ambas masas junto con
los ingredientes secos. Es tan fácil y rápido de elaborar que puede convertirse
en una de nuestras recetas favoritas en casa. ¡Vamos a prepararlo!
Bundt cake o
bizcocho de nata montada
Ingredientes
- Nata para montar - 375 g
- Extracto de vainilla - 1 cucharadita
- Huevos L - 3 uds
- Azúcar - 250 g
- Harina - 200 g
- Harina de maíz - 50 g
- Impulsor - 2 cucharaditas (Levadura química)
- Sal - 3/4 cucharadita
Elaboración
Preparamos todos los ingredientes para que se atemperen a la
temperatura ambiente. Mantenemos la nata en la nevera hasta que llegue el
momento de montarla. Recuerda que tiene que estar muy fría para que no dé
problemas al montar. Puedes consultar todo sobre el batido de la nata aquí.
Precalentamos el horno a 180 ºC, con el calor arriba y abajo y la
rejilla un poco más baja de la mitad del horno. Encamisamos un molde con
mantequilla y harina. Si es un molde con muchos recovecos, podéis ayudaros de
una brocha para engrasar bien toda la superficie con la mantequilla derretida.
Al terminar, recordad eliminar el exceso de harina dando un golpe seco con el
molde boca abajo sobre una superficie plana.
Comenzamos semi-montando la nata hasta que
forme picos gruesos pero que no esté muy dura. Si la montamos del todo, al
añadirla a la masa, correremos el riesgo de que se sobrebata y se corte. La
reservamos en la nevera hasta que volvamos a utilizarla.
Montamos los huevos junto con el azúcar
hasta que blanqueen y tripliquen su volumen. Se puede hacer a mano, con una
varilla, pero es mucho más descansado batirlos en máquina, con el accesorio
batidor, a máxima velocidad.
En el mismo bol donde hemos levantado los huevos, añadimos las
harinas, la sal y el impulsor tamizados. Mezclamos bien, con cuidado de no
quitarle demasiado aire a los huevos. Cuando esté bien mezclado, añadimos la
nata montada, en 2-3 veces, ayudándonos de una lengua.
Vertemos la mezcla bien homogeneizada el molde encamisado y
alisamos la superficie de la masa de bizcocho dando unos golpecitos con el
molde sobre la mesa. Metemos en el horno y cocemos unos 30-35 minutos o hasta
que al pincharlo con un palillo en el centro, éste salga limpio.
Al sacarlo del horno, lo dejamos reposar 10 minutos en el molde y
después lo desmoldamos en caliente sobre una rejilla, hasta que enfríe
completamente. Una vez frío, podemos decorarlo con azúcar glace y conservarlo
en un recipiente hermético.
Espero que os guste y que se convierta en una de vuestras recetas
favoritas. Mía, ¡ya lo es!. Jeje. ¡Buena semana a todos y besotes!.
Lo he probado y está buenisísimo y esponjoso con un sabor increíble
ResponderEliminarEl abuelo se comió 2 trozos enoooormes y no paraba de decir ¡¡qué bueno que está¡¡¡¡
Estos son los bizcochos que impactan por sabor y textura
¡¡Animo Carol¡¡ Sigue deleitándonos¡¡
¡Muchas gracias mami!. La verdad es que el abuelo se puso tibio y fue genial verle disfrutar así. ¡¡Gracias por los ánimos!!. ¡¡Besazos!!.
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