¡Hola a todos otra vez!. Vuelvo a la carga después de unas semanillas
de vacaciones, que necesitaba como el comer. Sé que os había dicho que iba a
intentar no volver a fallar con las entradas, pero después de los meses tan intensos
que he tenido con el curso, las prácticas, el esguince, que sigue sin curarse y
alguna cosilla más que no os he contado, como un ataque descomunal de
sinusitis, necesitaba un poco de descanso, poder desconectar, cargar las pilas
y renovar energías e ideas.
Comenzamos esta nueva etapa centrándonos en una nueva técnica de
repostería. Después de haber trabajado las masas secas, haciendo pastas, galletas
y bases para tartas; las masas batidas pesadas, elaborando magdalenas, plum
cakes, bundt cakes, muffins, brownies, blondies, etc.; avanzamos en nuestro
conocimiento repostero ocupándonos de las masas batidas ligeras, es decir, de
los bizcochos o biscuits y genovesas ricos y esponjosos que se pueden comer tal
cual o utilizar en cientos de elaboraciones.
Características
principales
Se utiliza esta denominación para referirnos a aquellas masas que,
debido a la emulsión que sufre el huevo, presentan un aspecto y textura
totalmente esponjosa. Estas masas son fuertemente batidas, lo que proporciona
un aumento de volumen importante y, por lo tanto, una apariencia ligera y
espumosa, que posee una estructura alveolada y aireada. El ingrediente
principal es el huevo, máximo responsable, pero no único, del aspecto de este
tipo de masas.
Las masas batidas ligeras se pueden clasificar en:
- Biscuit o Bizcochos:
- Bizcocho Sinuás o bizcocho base
- Bizcocho de Soletillas
- Bizcocho 4 cuartos
- Bizcochos especiales:
- Bizcochos de almendras - Bizcocho Financier
- Bizcochos de chocolate
- Bizcocho Gioconda o Joconde
- Genovesas:
- Genovesa básica
- Genovesa de almendras
- Genovesa de café
- Genovesa de chocolate
Métodos de
elaboración
Para elaborar este tipo de masas podemos encontrar dos
progresiones de trabajo, según comencemos levantando el huevo entero con el
azúcar o separemos las yemas y claras, para primero montarlas de forma
independiente, con parte del azúcar, y después unir ambas masas montadas.
Hasta ahora, todas las recetas que hemos elaborado se podían hacer
a mano o con máquina, ya que no necesitaban batidos muy enérgicos. En el caso
de las masas batidas ligeras también tenemos esta opción, aunque es
dificilísimo y cansadísimo conseguir el mismo volumen de batido a mano que con
una batidora. Por eso, es absolutamente recomendable realizar los montados a
máquina, con el accesorio batidor.
En todos los casos, las masas batidas ligeras se vierten sobre
moldes encamisados, es decir, engrasados y después enharinados, o forrados con papel
de horno, de forma que no tendremos ningún problema para sacarlos del molde.
Además, todas las masas batidas cocidas se desmoldan en caliente, de
esta forma no se siguen cocinando dentro del molde, aunque ya estén fuera del
horno. Después se pueden colocar sobre una rejilla para que circule aire
alrededor de todo el bizcocho y que se enfríe rápidamente.
1 – Montando los huevos enteros
Esta forma de trabajar las masas se inicia levantando los huevos
enteros con el azúcar hasta que tripliquen su volumen. Los huevos tienen que
estar a temperatura ambiente para poder conseguir más volumen con el batido.
Después se añaden los ingredientes secos tamizados, con una lengua y con
movimientos envolventes. Es importante no continuar batiendo enérgicamente,
porque en este caso produciría el efecto contrario y perderíamos esponjosidad y
volumen en la masa. Por último, incorporamos la materia grasa, que tiene que
estar fluida y los ingredientes húmedos:
- Pesamos y medimos todos los ingredientes para que se atemperen a la temperatura ambiente.
- En caso de que la receta incorpore una grasa sólida, tipo mantequilla o margarina, es mejor derretirla ahora y reservarla para que se temple y sea más fácil incorporarla al final.
- Batimos enérgicamente los huevos con el azúcar hasta que emulsionen y tripliquen su volumen. Toman un aspecto de mousse blanquecina muy ligera.
- Añadimos los ingredientes secos tamizados y los incorporamos al huevo montado con una lengua y movimientos envolventes.
- Terminamos agregando los ingredientes húmedos, como leche, suero de leche o la materia grasa fluida, que no debe estar caliente, porque sino comenzaría a cocinar los huevos. También hay que utilizar la lengua y movimientos envolventes.
2 – Desclarando los huevos y montando las yemas y claras por separado
Con esta progresión de trabajo, primero se separan las yemas de
las claras y se montan por separado, cada una con más o menos la mitad del
azúcar que lleve la receta. No hay que pesar el azúcar, sólo echar más o menos
la mitad a cada parte del huevo. Es una de las pocas cosas que se pueden hacer
a ojo en la repostería.
Después se unen las masas montadas, se añaden los secos tamizados
y finalmente los ingredientes húmedos. Se pueden encontrar recetas que
incorporen los ingredientes secos a las yemas y después añadan las claras. Es
un procedimiento igualmente válido, aunque la densidad que adquiere la mezcla
de yemas montadas y harina, puede dificultar la integración de las claras y
hacernos perder volumen:
- Pesamos y medimos todos los ingredientes para que se atemperen a la temperatura ambiente.
- En caso de que la receta incorpore una grasa sólida la derretimos ahora y la reservamos.
- Desclaramos los huevos, es decir, separamos las yemas de las claras.
- Montamos las claras. Cuando comiencen a hacer picos, añadimos la mitad del azúcar que lleve la receta y terminamos de montarlas hasta que estén firmes y brillantes. Las reservamos en un bol.
- Montamos las yemas con el resto del azúcar hasta que tripliquen su volumen y blanqueen. Hay que tener cuidado de no dejar las yemas enteras en contacto con el azúcar mucho tiempo, porque las quemaría y dejarían grumos. Es mejor romperlas y batirlas ligeramente antes de añadir el azúcar.
- Mezclamos ambas masas batidas, con lengua y movimientos envolventes. Añadimos a las yemas un tercio de las claras, más o menos. Después incorporamos el resto en una o dos tandas más.
- Incorporamos los ingredientes secos tamizados, con una lengua y con movimientos envolventes.
- Agregamos los ingredientes húmedos, también hay que utilizar una lengua y movimientos envolventes.
Utilizando cualquiera de estos métodos conseguiremos elaborar unos
bizcochos super esponjosos, tiernos y sabrosos que harán la delicia de
cualquier desayuno o merienda, o que nos servirán para elaborar tartas de
cumpleaños, brazos de gitano y miles de recetas riquísimas.
¡Besotes y hasta la semana que viene!
Vaya bizcocho esponjoso
ResponderEliminar¡Exacto! Es lo que tienen las masas batidas ligeras, que son bizcochos super esponjosos, riquísimos y de textura muy delicada. ¡Y super fáciles de hacer! ;)
EliminarQue interesante.
ResponderEliminarMe entran unas ganas de cocinar cada vez que te leo. ..
¡Vaya pedazo de piropo!. Me parece increíble poder producir en alguien las mismas sensaciones que tengo yo cuando leo a otros cocineros y reposteros, que te pasarías el día en la cocina preparando platos riquísimos. ¡Muchísimas gracias Marta!.
EliminarHola ,me gusto mucho la pagina y quiero preguntarte si una masa batida necesariamente tiene que llevar algo de harina ??? porque en la explicacion no hace referencia a eso ,bueno muchas gracias ,saludos .
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias por tu comentario!. Es una pregunta muy buena.
EliminarTécnicamente, las masas batidas son un conjunto de preparaciones, más o menos ligeras, obtenidas esencialmente a partir de una mezcla de huevos y azúcar, batidos juntos o por separado. Hacen referencia a todo tipo de elaboraciones que podríamos englobar como bizcochos. En este sentido, la harina es necesaria para conseguir unir la estructura, generando tensión entre las partículas y evitando que se desmiguen. Pero esto no quiere decir que no se puedan hacer bizcochos sin harina de trigo. Podemos cambiarlas por otras harinas o almidones, o incluso no incluirlas.
Concretando: Según me enseñaron a mi y las conversaciones que he tenido con profesionales del ramo repostero, cuando hablas de masas batidas, te refieres a masas de bizcochos, con mayor o menor batido de los huevos y que en un amplio porcentaje de recetas, incluyen harina, aunque, realmente, hay muchas elaboraciones que no la incorporan.