Este viernes por fin he terminado el curso que he estado estudiando y
después de tanta energía gastada, este fin de semana ando con las baterías al
mínimo. Andaba por casa rezongando, sin ganas de mover el culete del sofá y sin
saber que receta hacer esta semana. No creáis que suelo improvisar, tengo un
listado de las recetas que quiero hacer con cada técnica, que suelo actualizar
con nuevas recetas que se me van ocurriendo y otras que despiertan mi interés.
Pero esta semana no me apetecía hacer ninguna de las que tenía
planeadas... a veces pasa. Y entonces empiezas a darle vueltas a que tienes en
la cocina y que es lo que te apetece hacer... Una ardua tarea que se hace más
cuesta arriba cuando cada día, de cada semana, de cada mes, de cada año, tienes
que andar pensando en que hacer para comer y para cenar. Supongo que muchos
entenderéis a lo que me refiero.