Pues parece que me ha mirado un tuerto. Vamos, qué últimamente,
cuando no me pasa una, me pasa otra, y me quedo sin poder publicar... ¡qué
hartura!. Jajajaja. Aunque mejor reírse que llorar. La última fue por intentar
aprovechar el día. Si es que me lo tengo dicho, que no es bueno madrugar. Pero
yo nada, empeñada en que sí. Así que me levanté prontísimo, me fui de paseote
con las perrillas y según pisé el campo... ¡me hice un esguince descomunal!. Y
me pasé, toooooda la mañana del domingo en urgencias. ¡Vaya forma de aprovechar
el tiempo!.
Ya llevo un par de semanas. Con la pata en
alto, con muletas, sin poder cocinar y con el pie como un botijo y decorado,
por los derrames, con todos los colores del arco iris. Menos mal que ya no te
escayolan como antes, porque con la ola de calor que tenemos encima he
agradecido un montón el tener que llevar únicamente una media de compresión.