¡Buenas tardes a todos!. ¡Hoy estoy de enhorabuena!. Os traigo una
nueva entrega de las "Tradiciones Siempredulces", la sección del blog en la que recuperamos
recetas reposteras de toda la vida. ¿Y qué tiene eso de especial?. Pues que
gracias a vuestra colaboración, aportando ideas, recuerdos y/o recetas, este
empieza a ser un apartado con vida propia. Muchos os habéis animado a echarme
un cable con vuestras sugerencias y he podido elaborar una buena lista de
recetas tradicionales que compartir con vosotros. ¡Pero no dejéis de
participar!. Sigo esperando todas vuestras contribuciones a través de los
comentarios del blog o en la página de Facebook de Siempredulces. ¡Muchas gracias!. :)
La primera persona en lanzarse a hacerme una sugerencia fue Laura
(no os doy más datos, porque no le he preguntado si le molestaba que la
mencionase). Además de felicitarme por la iniciativa de recuperar recetas
tradicionales, me contó que le encantaban los "Fartóns", aunque nunca se había atrevido a hacerlos
en casa. Así que ni corta ni perezosa, me puse a investigar sobre estos
bollitos tan deliciosos y hoy, ¡al fin!, puedo compartir su receta con todos
vosotros.
Fartóns
Los Fartóns son unos bollos alargados, glaseados de azúcar,
típicos del municipio de Alboraya (Valencia, España). Su historia es muy
reciente y está íntimamente ligada a la de la horchata.
Cuenta la leyenda que fue Jaime I quién
dio nombre a esta leche. Tras la conquista de la ciudad de Valencia, allá por
la primera mitad del siglo XIII, le dieron a probar esta bebida. A Jaime I le
gustó muchísimo. Al preguntar qué era, una muchacha le indicó que se trataba de
leche de chufa. A lo que el rey respondió: "No, aço es or, chata!"
(No, ¡esto es oro, guapa!). Y desde entonces comenzaron a llamar a esta bebida
"Or-chata" (Horchata).
Durante siglos, los horchateros
valencianos intentaron encontrar un bollo que acompañara a la perfección a la
leche de chufa. Era tradicional mojar rosquilletas o pan cortado, pero no
lograban elaborar un dulce que les diera el éxito en su empeño. Tenemos que
esperar hasta la década de 1960, en la que la familia Polo, oriunda de Titaguas
y a la que la guerra llevó hasta Alboraya, tuvieron la idea de hacer un bollo
alargado, dulce y tierno:
"Hecho con masa de panquemao, alargado para ser introducido en el vaso, muy esponjoso para que absorbiera bien la horchata y pintado para hacerlo más sabroso".
La invención de los fartóns (www.fartonspolo.com)
Años después, apareció un nuevo tipo de fartón, el hojaldrado, que
sustituye el aceite que contiene la receta en origen, por mantequilla. Tienen
mayor textura y son más parecido a una ensaimada. Y por lo que he leído, son
los que se encuentran en las horchaterías de toda la vida.
Y esta es la receta que quiero compartir
con vosotros, la de los fartóns hojaldrados. No es que quiera desmerecer los de
la familia Polo, pero después de haber probado ambos, me quedo con los
segundos, sin dudarlo. Se elaboran como una masa fermentada, tipo brioche,
savarín o similares, aunque con algunas diferencias, porque no se hace un
leudado de la masa completa. Aún no he realizado una entrada sobre esta
técnica, pero con las indicaciones que incluyo en la receta, seguro que podéis
realizarlos a la perfección. ¡Vamos con ellos!
Fartóns
(Para unas 30-33 unidades)
Ingredientes
- Para la masa
- Leche entera - 150 ml
- Levadura fresca - 25 g (o 10 g de levadura seca)
- Harina de fuerza - 500 g
- Azúcar - 100 g
- Sal - 5 g
- Huevos L - 2 uds
- Mantequilla - 100 g
- Para el relleno
- Mantequilla - 100 g
- Para el glaseado
- Azúcar glace - 200 g
- Agua - 40 ml (8 cdtas)
Elaboración
Preparamos todos los ingredientes para que se atemperen a la
temperatura ambiente. Es muy importante que los huevos no estén fríos y que la
mantequilla esté bien empomada, para que se incorporen fácilmente a la masa.
Ésta se puede hacer a máquina con el gancho de amasado o a mano.
Comenzamos calentando ligeramente la leche, que esté tibia pero no
queme, para poder disolver en ella la levadura, fresca o seca. Por otro lado,
mezclamos la harina con el azúcar y la sal.
- Si hacemos la masa a máquina: Añadimos la leche con la levadura disuelta e incorporamos ligeramente. Agregamos los huevos, de uno en uno, amasando hasta que se homogeneice la mezcla. Finalmente, añadimos la mantequilla, bien empomada y amasamos a velocidad media-baja, durante al menos 10 minutos.
- Si hacemos la masa a mano: Hacemos un volcán en la mezcla de harina, azúcar y sal y añadimos todos los ingredientes húmedos en el centro. Mezclamos hasta que se integren y amasamos, al menos 15 minutos. Para los que no tengáis muy claro como amasar, podéis ver el siguiente vídeo del gran Ibán Yarza:
Una vez tengamos la masa bien formada, procedemos a dividirla en
porciones de unos 30 g. Dependiendo del peso de los huevos, vuestra masa pesará
unos 1000 g, así que saldrán unas 33 porciones. La masa parece algo pegajosa y
la tentación de añadir harina para manejarla puede ser muy grande. Si no os
queda más remedio, intentad evitar añadir grandes cantidades. Con un ligero
espolvoreado es más que suficiente.
Cuando hayamos dividido la masa completamente, boleamos cada
fracción y las distribuimos uniformemente sobre una bandeja de horno cubierta
con papel de hornear. Cubrimos el conjunto con papel film, sin sellarlo, sólo
para que las bolitas no estén en contacto con el ambiente y se resequen.
Dejamos reposar 15 minutos. Os incluyo otro vídeo para que veáis como se bolea:
Pasados los 15 minutos, el gluten se habrá relajado y podremos
estirar las porciones. Con ayuda de un rodillo, estiramos cada bolita en forma
de rectángulo de unos 20 cm de lado. Untamos una pequeña cantidad de
mantequilla, para que el resultado sea más hojaldrado y enrollamos por el lado
más largo. Distribuimos los fartóns de forma uniforme en la bandeja de horno,
bien separados para que no se peguen al fermentar o al hornearlos. Los dejamos
leudar tranquilamente, en un lugar caldeado (alrededor de 30 ºC), hasta que
tripliquen su tamaño. Tardan muchísimo en crecer. A las 4 horas aún no habían
crecido nada. Los he dejado dentro del horno apagado, con un bol pequeño con
agua caliente en el fondo, para que aportara humedad, durante toda la noche.
Cuando hayan terminado de fermentar,
precalentamos el horno vacío a 200 ºC, con el calor arriba y abajo. Horneamos
durante 10-11 minutos o hasta que cojan un bonito color dorado. Mientras tanto,
preparamos el glaseado, simplemente mezclando el azúcar glace con el agua. Al
sacarlos del horno, los pintamos generosamente con la glasa, mientras aún estén
calientes.
Y ya está. Ahora sólo falta servirnos un vaso enorme de horchata
bien fría y disfrutar de estos bollos deliciosos. Por cierto, están más ricos
recién hechos, incluso aún calientes, aunque si los guardas en un recipiente
hermético se conservan a la perfección.
Espero que os haya gustado la receta y que os animéis a hacerla.
Cualquier duda que os surja, no dudéis en comentármela. Y por supuesto, no
dejéis de aportarme ideas para hacer crecer esta sección incorporando vuestros
gustos y recuerdos. ¡Un besote y buen fin de semana!.
¡Una pinta estupenda! Creo que los comí un par de veces cuando estaba trabajando en Valencia, pero teniendo la receta seguro que terminan por caer más de una vez este verano.
ResponderEliminarUn saludo!
¡Hola Marta! Yo sólo he probado los fartons Polo, que se pueden encontrar más fácilmente en algunos centros comerciales. Y mira que he estado varias veces en Valencia. Pero siempre en tiempo de frío y no apetecía nada una horchata. Después de hacer la receta me han entrado muchas ganas de ir a probarlos allí. Aunque como dices, mientras que llega ese día, ¡¡¡yo también los haré en casa muchas veces!!!. ¡Un saludo!
EliminarAy que rico por favor!!! y yo queriendo bajar de peso jajaja Me gusto mucho la leyenda al principio ♥ acá creo que hay unos parecidos, no recuerdo el nombre, pero también tienen semillas de chia. Gracias por compartirlo voy a probar hacerlos en la semana. Saludos ☺
ResponderEliminar¡Muchas gracias Nathy! Espero que te salgan muy ricos. ¡Un saludo! <3
EliminarEn la imagen se ve muy delicioso!
ResponderEliminarYa sabes lo llama aquí en Brasil esta receta?
me gustaría hacer...
¡Hola Ninna! ¡Muchas gracias! Pues se llaman Fartons en todo el mundo, aunque no creo que hayan llegado hasta Brasil. De todas formas, prueba a hacer la receta y si no tienes horchata los puedes acompañar de un vaso de leche fresquita. ;)
Eliminar¡Un besote!
Hola!
ResponderEliminarQue delicia, oye pues sin duda es un deleite probarlos, pero ahora que me han quitado de tajo la leche y todo lo que deriva de ella pues tendré que buscar alternativas. jajaja como es posible quecuando te prohíben algo siempre se te antoja mas jajaja saludos y fue un gusto ver las fotos, aunque no pueda probar, que pases un hermoso día. (ojala compartas postres que no tengan leche)
¡Hola Lidia! Menudo fastidio lo de la leche. ¡Ya lo siento!. Por ahora, como estoy centrada en el tema de los bizcochos, casi todo lo que hago lleva mantequilla, pero puedes sustituirla sin problemas por la misma cantidad de margarina.
EliminarTambién puedes darte una vuelta por el listado de recetas. Las tengo etiquetadas según si sin aptas para intolerancias. Hay cosas muy ricas y sin lactosa.
¡Ánimo y un besote!
Que bien explicado! y que ganas de comer fartons!
ResponderEliminar¡Muchas gracias por el comentario! ¡Un besote!
EliminarSe ven de una delicia encantadora, la verdad no los conocía, pero acá en mi país se hace unos similares, los cuales tienen diferentes nombres: dedos, palos de queso (algunos llevan queso), etc. Y son de igual manera bien deliciosos, estos me encantaría probarlos algun día.
ResponderEliminar¡Muchas gracias Andrea!. La verdad es que están super ricos, muy esponjosos y tiernitos. Se comen como pipas. Anímate a hacerlos en casa y así los pruebas. ;)
EliminarNo conozco el postre al que te refieres, pero seguro que también está exquisito. ¡Un besote!
Tienen una muy buena pinta. No los conocía pero se ven deliciosos aunque eso sí se ven difíciles de hacer, pero a ver si la intento y ya te cuento que tal quedo.
ResponderEliminarSaludos!
¡Muchas gracias por el comentario Fabiola!. Sólo puedo animarte a que intentes hacerlos. No son para nada difíciles, sólo un poco laboriosos. Es lo bueno de la repostería, que desarrolla la paciencia. ;)
EliminarEspero que me cuentes. ¡Un besote!
Ohhh pero donde estaba este dulce toda mi vida??? Madre mía que buena pinta tiene, y con lo que me gusta mezclarlo con un buen vaso de Leche, uhmm no se si me saldrá bien pero lo intentaré ^.^ muero por probarlo.
ResponderEliminarAquí me quedo esperando a que me cuentes que tal te han salido. Ya verás que te salen genial. ¡Un besote!
EliminarQue rico se ve todo, me ha parecido super sencillo realizarlos, la verdad es que me ha encantado y para este domingo quedan geniales que vienen varios familiares de visita
ResponderEliminar¡Hola Elizabeth! Me alegro de que te hayan gustado los fartóns. Aquí es típico tomarlos con horchata muy fría, pero con un cafetito a media tarde también están muy ricos. Espero que al final te animes a hacerlos y que puedas disfrutarlos junto a tus familiares. ¡Un besote!
EliminarQue delicioso se ven, la verdad tu receta es sencilla de preparar, me animo a realizarlo y ver que tal me quedan.
ResponderEliminar¡Muchas gracias Víctor!. Si te surge cualquier duda, aquí me tienes. ¡Un besote!
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